Sigue la búsqueda de narcos en la favela más peligrosa mientras se planea el próximo ataque

El cerco a los narcotraficantes se estrecha cada vez más en el Complejo de Alemao, la favela más violenta y peligrosa de la zona norte de Río de Janeiro tomada ayer por asalto por las

fuerzas de seguridad. Esta mañana CONTINUABAN ALLANANDO CASA POR CASA de ese inmenso barrio en su intento por dar con los narcotraficantes que estarían escondidos allí. Se estima que en esa

favela se esconden UNOS 500 NARCOS, pero fuentes policiales deslizaron esta mañana que investigan si varios de ellos, antes de la incursión del domingo de las fuerzas de seguridad, SE

HABRÍAN ESCAPADO a través de un túnel que estaba en un sitio donde debería haber habido una obra pública. Decenas de equipos del Ejército se mantienen apostados en las entradas del Complejo,

registrando a todos los que bajan, ya sea a pie o en vehículos. Ahora, el próximo paso de las fuerzas policiales sería TOMAR LA ROCINHA, la favela más grande de Río, al sur. Unos 2.600

efectivos policiales y militares invadieron ayer el Alemao y, casi sin resistencia de parte de los narcotraficantes atrincherados en el lugar, TOMARON EL CONTROL de este grupo de favelas que

durante casi tres décadas estuvo dominado por el peligroso Comando Vermelho, una de las organizaciones más violentas del crimen organizado en Río. El operativo policial logró detener a al

menos 20 NARCOS que estaban escondidos allí. Y como resultado del ataque MURIERON TRES. También se encontraron 13 TONELADAS DE MARIHUANA ADEMÁS DE COCAÍNA Y CRACK. Y se decomisó un verdadero

ARSENAL DE GUERRA. Un grupo de tanques blindados de la Armada avanzó sobre las calles que conducen al corazón del Alemao, a la cima del morro que es parte de la Sierra da Misericordia. La

operación de ayer comenzó como respuesta a una ola de violencia que se inició el domingo pasado cuando un grupo de traficantes del Comando Vermelho y del ADA (Amigos das Amigos) se lanzó a

las calles de la ciudad a detener autos y colectivos para después incendiarlos. El objetivo de estas acciones –según explicó el gobernador del Estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral,– sería

sembrar el miedo entre los cariocas y obligar a las autoridades a “negociar” con los varones de la droga. En total, hubo cien vehículos incendiados en toda la semana. Esta reacción de los

narcos se habría debido al avance del programa de pacificación de las favelas lanzado hace casi dos años. Por él, doce urbanizaciones pobres ya tienen una presencia policial creada

especialmente para permanecer en sus calles que hasta hace poco tiempo dominaban los narcos. La ocupación pacífica significa además una presencia activa del Estado para dar servicios a los

sectores más olvidados de Río. El programa de pacificación tenía planeado llegar en unos meses al Complejo de Alemao, de ahí la construcción del teleférico que por una tarifa llevará a sus

habitantes hasta la cima del morro. Pero ahora los tiempos se han acelerado, según la gobernación. Por eso hasta que se creen las Unidades de Pacificación para esta área, Cabral pidió que la

zona sea ocupada por fuerzas federales.