Más apoyo para los cuidadores familiares

Más de 48 millones de cuidadores familiares —1 de cada 5 votantes— ayudan a padres mayores, cónyuges, abuelos y otros seres queridos a vivir de manera independiente en sus propias casas y

comunidades en lugar de verse obligados a mudarse a costosos hogares de ancianos.  Los cuidadores familiares dedicados de nuestro país en conjunto brindan el equivalente a $600,000 millones

en servicios no remunerados cada año. Ayudan con todo tipo de actividades, desde bañarse y vestirse hasta tareas médicas, transporte, compras de alimentos y preparación de comidas. Y muchas

de las personas que hacen este trabajo no remunerado al mismo tiempo se encargan del cuidado de otros familiares y tienen empleos fuera del hogar. Muchos se ven obligados a reducir sus horas

de trabajo o a dejar de trabajar por completo. La carga física, emocional y financiera del cuidado familiar es enorme.  DESAFÍOS FUTUROS  Aunque los cuidadores familiares son proveedores de

cuidados esenciales, no reciben el reconocimiento ni el apoyo que se merecen, especialmente de los funcionarios electos.   Es hora de cambiar eso.    AARP está impulsando un movimiento para

 luchar por soluciones sensatas a nivel estatal y federal que ahorrará tiempo y dinero a los cuidadores familiares y les proporcionará más apoyo. Los cuidadores familiares están manteniendo

a flote un sistema roto de cuidados a largo plazo y necesitan ayuda ahora. Las leyes y políticas propuestas podrían permitir a los cuidadores familiares atender su propia salud y seguridad

financiera y ayudarlos a cubrir los más de $7,200 que gastan en promedio cada año para atender las necesidades de sus seres queridos.