De ambulancia o tractor, a oficina y casa rodante: las historias y conversiones más llamativas de juntan en la furgovolkswagen | las provincias

Sábado, 31 de mayo 2025 | Actualizado 01/06/2025 02:13h. Comenta Compartir El T1 de Volkswagen es un símbolo de aventura, de libertad y de una forma de vida alternativa. ¿Quién no la

recuerda cubierta de flores como símbolo hippie en Woodstock? El Bulli cumple 75 años convertida en la furgoneta más icónica de todos los tiempos y, para celebrarlo, más de un millar de

furgos Volkswagen se reunieron el pasado fin de semana en el camping La Ballena Alegre de San Pere Pescador. LAS MÁS CLÁSICAS, EN EXCELENTE ESTADO DE CONSERVACIÓN, demostraron que los años

no pasan cuando tienes un corazón fuerte. En sintonía con el lema de este año, «Desde 1950 haciendo historias», los asistentes a la concentración compartieron relatos increíbles de libertad,

de recuerdos familiares en su hogar rodante y de espíritu aventurero. ¿Qué tienen en común un carpintero, un nómada digital, un jugador de baloncesto y una enfermera? Su amor incondicional

por su furgo, como Arnau Guerrero, que mostró con orgullo su flamante T1 de 1955, una de las más antiguas del encuentro, que en el pasado fue una ambulancia en Pontevedra y que él restauró

con mimo. 70 años y continúa en la carretera. Marc Nieves mostraba las fotos de su abuelo, carpintero y emigrante en Alemania, que la compró en los 60 para viajar con sus 6 hijos y que aún

continúa rodando con la cuarta generación de la familia. Por ejemplo, Rafael Giraldo ha convertido su furgoneta en su oficina de nómada digital, instalando todo lo necesario para vivir y

trabajar a bordo. Y Pere Moyano ha hecho de la suya una consulta de nutrición para recorrer los pueblos. Por su parte, Wendy y Biel presumían de tener la única T1 del raro modelo Amescador

que existe en España y que trajeron desde Holanda. Viajaban desde Mallorca. Ó el ex jugador de baloncesto Tomás Jofresa mostraba con orgullo su T1 del 66 que trajo de Paraguay, donde la

usaban de tractor. Los preciosos modelos clásicos, restaurados pieza a pieza con recambios originales, fueron protagonistas de innumerables 'selfies' y conversaciones apasionadas

durante todo el fin de semana. La pasión por el Bulli es tal que algunos la llevan tatuada, varias parejas enseñaban sus fotos de boda a bordo de la furgo y para la mayoría es un miembro más

de la familia. «Lo que hemos vivido este fin de semana en la Costa Brava va mucho más allá de una concentración de vehículos: es una celebración de vida, de libertad y de historias

compartidas. Ver más de mil furgonetas Volkswagen reunidas, de todas las generaciones, es la prueba de que el Bulli y sus sucesores no son solo un icono automovilístico, sino un auténtico

fenómeno cultural que ha acompañado a miles de personas en los momentos más especiales de sus vidas.», declaró ALBERT GARCÍA, director general de Volkswagen Vehículos Comerciales. Además de

contemplar en directo estas joyas de la automoción, los asistentes a la FurgoVolkswagen disfrutaron de un fin de semana cargado de actividades para toda la familia. Desde un Show Cooking en

el que aprender a preparar recetas saludables en una California Beach Camper, hasta sesiones de Trail Running o el Surf Challenge, en el que se puso a prueba el equilibrio de los

participantes en una tabla de surf mecánica sobre una colchoneta hinchable. En esta 21ª edición tampoco faltaron los clásicos talleres para niños, el concurso de disfraces, la foto de

familia con todas las unidades de la Gama T o la barbacoa. El domingo por la mañana, el tradicional desfile de furgonetas clásicas por la localidad de L'Escala puso el broche a un fin

de semana único para todos los amantes de las furgos Volkswagen. Comenta Reporta un error