Un río de pasión por el albaicín | ideal

La meteorología sigue siendo el tema de conservación cofrade que, según las informaciones previstas, va mejorando en estos últimos días de la Semana Santa, con ... la incertidumbre de

posibles precipitaciones para el Sábado Santo y Domingo de Resurrección. Pero ahora toca recordar cómo fue el Jueves Santo granadino en el que Zaidín y Albaicín se dieron la mano para formar

una de las jornadas más participativas de estos días. Numeroso fue el público en la primera salida junto al Darro. Era difícil ocupar un hueco en la placeta de la Concepción desde primeras

horas de la tarde en las inmediaciones del monasterio contemplativo de la Concepción. De allí salía el primer paso de la hermandad con la cuadrilla de Jesús del Amor y la Entrega, mandada

por Antonio Luis Vasco. Sobre la tarima y rampa prevista para facilitar el trabajo costalero trabajaron la primera marcha salida de los instrumentos de la agrupación musical Nuestra Señora

de las Angustias, de Alcalá la Real. Se veía la escena representada en la cartela delantera que representa la entrega de la custodia a San Cecilio y San Juan de Dios, toda una referencia

granadina hacia los patronos de la diócesis y la ciudad. Ha sido un trabajo de Pablo Fernández y Alberto Quirós. Además, se estrenaron las ocho jarras del palio, cuatro en los costeros y

otras tantas en el frontal, de Orfebrería Villarreal. A los pies de la Virgen de la Concepción, vestida de manera extraordinaria por Jorge Heredia, había un relicario para la beata madre

Emilia Riquelme. El paso de palio fue con la música de la banda San Sebastián, de Padul, fiel desde hace 32 años tras María Santísima de la Concepción. A la salida de la cruz de guía

interpretaron el 'Réquiem Perfectus' y ya para la titular mariana de la hermandad, la marcha 'Concha', del propio director de la formación paduleña, Víctor Manuel Ferrer.

En la calle San Matías se rompió una de las potencias del Cristo y se determinó quitar las otras dos. Otro de los incidentes de la noche fue la rotura del INRI de la cruz del Crucificado de

la Redención. SALUD EN EL ZAIDÍN Caminaban los hermanos de la cofradía del monasterio de la Concepción por la Carrera del Darro hacia Plaza Nueva cuando ya estaban totalmente abarrotadas

las calles del entorno del Zaidín, junto al colegio Salesiano, para ver la salida de la hermandad de la Redención. Por Félix Rodríguez de la Fuente y por la calle Almuñécar se inició el

caminar de los hermanos de negro y azul de la cofradía de este barrio que llegaba a la Carrera de la Virgen para firmar el comienzo de la carrera oficial a las siete y media de la tarde.

Mandaba el primer paso procesional como capataz Raúl Herrera y sus auxiliares mientras que en el palio de la Virgen de la Salud estuvo Dionisio Martínez, con sus hijos Ignacio y Carlos,

Julio Aranda, David Barranco y Juan Espejo. En el paso de Cristo sobresalió el calvario de roca y las tonalidades moradas tanto en el iris como en las rosas, mientras que la floristería Flor

de las Nieves presentaba adorno de rosas, principalmente, en el palio de la Virgen de la Redención. «Soy del barrio y, aunque vivo en Madrid, nunca dejo de venir. El barrio va cambiando

mucho y es una maravilla ver a la cofradía como mejora cada día», contaba un vecino, Antonio, a IDEAL mientras se escuchaban las primeras marchas que interpretaba la agrupación musical Santa

Cecilia, de Aguilar de la Frontera, de Córdoba. Detrás, las camareras de la Virgen de la Salud iban saliendo desde la iglesia mientras el palio aún aguardaba en su capilla lateral. En el

momento de la puesta en la calle la música la ponía la banda de los Ángeles y los niños del coro salesiano cantaban la letra de la marcha 'Redentora y Salesiana'. Uno de los

momentos especialmente seguido por personas autistas fue el entorno de la rotonda de la Sanidad, en el que el cortejo marchó en silencio. Después de entrar en la carrera oficial continuó

hacia la Catedral llegando a las nueve de la noche para el rezo de la oración presidida por el arzobispo de Granada, Gil Tamayo. AMPLIACIÓN DEL RECORRIDO El Albaicín de nuevo era

protagonista. Adelantaron con respecto al año pasado una hora la salida las dos cofradías siguientes. La de la Aurora se vio obligada a salir a las cuatro y media de la tarde y la de la

Estrella, media hora después. El motivo, la ampliación de la carrera oficial y el largo recorrido que habían de hacer para bajar hasta la Carrera de la Virgen por calles realejeñas como

Santo Domingo o Fray Luis de Granada hasta la plaza de los Campos y la cuesta de Aixa en dirección a Ancha de la Virgen. La cofradía de la Estrella lo hizo por el alternativo de San Matías y

plaza de Mariana Pineda para llegar a Ancha de la Virgen por la calle Enriqueta Lozano. Los largos cortejos de ayer obligaban también a forzar horarios para que se cumplieran o al menos se

intentase no acumular mucho retraso, algo harto complejo. Con la cofradía de la Aurora iban las dos bandas de cada año, la de Jesús Despojado tras el misterio del Perdón y el palio, con la

Asociación Musical San Isidro, de Armilla. Marchas como 'Nuestra Aurora' o 'Aurora Coronada' en la salida fueron coreadas con los vítores y aplausos a la Virgen

albaicinera que tanto atractivo y devoción despierta. Jesús del Perdón se presentaba con rosas, orquídeas, Antirrhinum y astromelias en su tonalidad roja y el de palio con el adorno que

compuso Carlos Marcos integrado por rosas, astromelias, fresias, eucalipto y Delphinium, todo en color blanco, apropiado para este paso de palio que el año que viene ya incorporará nueva

presentación con el bordado en el que ahora se trabaja en el taller de Manuel Solano. La cofradía de María Santísima de la Estrella cerraba la jornada del Jueves Santo dando paso a la

madrugada con la presencia del Cristo de la Misericordia. Salía rozando la medianoche por la Puerta del Perdón después de bajar desde San Cristóbal, por Pagés y Cuesta del Chapiz para unirse

tras la Aurora en Plaza Nueva. El recorrido albaicinero que efectuaron los hermanos de negro y dorado precedió al primer paso, el de Jesús del Perdón, adornado con claveles rojos sangre de

toro y estrenando en las esquinas las imágenes de los Reyes del Antiguo Testamento, David, Josías, Ezequías y Asa, realizados y policromados por el granadino Alberto Fernández Barrilao.

También veíamos la primera fase del bordado que ha realizado el taller de Javier Núñez y Ana Marín, en el respiradero que se estrenaba después de muchos meses de trabajo y siguiendo una

línea basada en la decoración de las yeserías del Patio de los Arrayanes o del Salón del Trono alhambreño. Además, la cartela frontal del paso era obra del cordobés Manuel Varela, con Moisés

y la serpiente de bronce. Camino de la carrera oficial el acompañamiento del primer paso lo ponía, mandado por Gerardo Martínez, la agrupación María Santísima de la Estrella y en el de

palio, la banda Felipe Moreno, de Cúllar Vega que cada vez obtiene mayor calidad musical bajo la batuta de Antonio Manuel García, interpretando composiciones como 'Ella' y

'Espíritu Santo', en la salida por Larga de San Cristóbal y Carretera de Murcia. Hubo rosas mondial y vendela en las flores del paso de palio con orquídeas y jacintos completando

una presentación elegante y apropiada para esta hermandad. CRISTO DE LA MISERICORDIA La madrugada enfriaba el ambiente de Granada con temperaturas bajas por plaza Nueva, pero Granada esperó

al Crucificado de José de Mora que durante estos últimos meses se puede venerar en la Catedral, dentro del Año Jubilar de la Esperanza. El miércoles era trasladado a San Pedro para presidir

el cortejo silente de la madrugada granadina situado en su paso procesional que se ha rectificado en las esquinas del paso por los propios hermanos. El tambor lúgubre volvió a sonar abriendo

el cortejo y el alumbrado público apagado para recibir a la cofradía durante todo su itinerario. La imagen, venerada por varias generaciones granadinas, concilió las miradas nuevamente y

los miles de disparos de cámaras que conservaban la imagen erguida del Crucificado recientemente restaurado en las instalaciones del Instituto Andaluz para el Patrimonio Histórico (IAPH). La

novedad de anoche estaba en la forma de salir del interior del templo de San Pedro y San Pablo sobre su calvario de iris morado, con motivo del centenario que vive su cofradía durante estos

meses y que le devolverá a las calles nuevamente el 11 de mayo próximo en una salida extraordinaria a plena luz del día, algo que es nada habitual. La imagen, después de cien años y por

recomendación del IAPH, salía en posición vertical. Estrenaba la corporación el nuevo guion salido del diseño y ejecución de José Manuel Martínez Hurtado, bordado en oro sobre terciopelo

negro.