Archivan una investigación al alcalde de huélago por desvelar la herencia de un vecino | ideal

El alcalde de Huélago, José Antonio Manuel Orellana (PSOE), no reveló ningún secreto, un ilícito por el que había sido denunciado por un vecino de ... la localidad que le acusaba de haber

aireado los extremos de su herencia. El juez que ha investigado los hechos ha descartado que el regidor hiciera pública esa información de naturaleza económica en distintas conversaciones

con lugareños y resalta el «enfrentamiento por motivos políticos» que hay entre denunciado y denunciante. Así consta en un auto dictado el pasado 17 de enero por el juez del Juzgado de

Primera Instancia e Instrucción número 2 de Guadix, que decreta el sobreseimiento provisional y archivo de la investigación abierta a raíz de la denuncia. «De lo actuado no aparece

debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa», dice el auto que da carpetazo a este asunto. En la resolución se indica que los dos

testigos que supuestamente habían oído al alcalde hablar de la herencia del denunciante durante una reunión informal en casa de otro habitante del pueblo, «niegan haber escuchado las

afirmaciones que se atribuyen al denunciado, siendo además de común conocimiento al parecer en el pueblo las propiedades del denunciante». SIN ACCESO El juez subraya asimismo que el alcalde,

que ha estado defendido en esta causa por los letrados Rafael Revelles y José Luis Ortega Lozano, de Revelles Abogados, no tendría acceso a los supuestos datos revelados ni habría pedido

tenerlo. En su denuncia, el vecino sostenía que el regidor, supuestamente, había revelado el contenido de la escritura de herencia de su padre, en la que se le adjudicaban bienes. Y lo

habría hecho -algo finalmente descartado- «prevaliéndose de su cargo» y durante la tramitación en el Ayuntamiento de la liquidación de la plusvalía (el impuesto sobre el incremento del valor

de los terrenos de naturaleza urbana). El denunciante situaba las conversaciones en las que el primer edil habría desvelado los detalles de su herencia en bares y establecimientos

comerciales, así como en la referida reunión informal. Junto a ello, lamentaba el perjuicio que, según él, se le estaba ocasionando por estar «en boca de todos» en un pueblo de alrededor de

400 habitantes.