Indra comienza la reestructuración de su cúpula directiva con la dimisión del ceo de minsait | ideal

La cúpula directiva de Indra tiene marcado en rojo este 2025. Once de los 16 miembros de su consejo de administración concluyen mandato durante este ... ejercicio. Todos ellos fueron

nombrados en 2022 bajo la presidencia de Marc Murtra —actual presidente de Telefónica— y debían someterse a una revisión: continuidad o salida. La fecha clave era este martes, día en que el

consejo de administración debía fijar el orden del día de la próxima junta general de accionistas de la cotizada española, que se celebrará el 26 de junio. Sobre la mesa, la posible

renovación de los cargos de Virginia Arce (independiente), Belén Amatriain (independiente), Coloma Armero (independiente), Juan Moscoso (dominical a designar por la SEPI), Olga San Jacinto

(independiente), Bernardo Villazán (independiente), Miguel Sebastián y Antonio Cuevas (ambos por la SEPI), Jokin Aperribay (Sapa Placencia), Luis Abril y Francisco Javier Sanz. Los mandatos

de los últimos cinco vencen el 24 de junio; los del resto, en octubre. Sin embargo, los acontecimientos se precipitaron este martes, cuando Luis Abril, consejero de Indra y máximo

responsable de Minsait, presentó su dimisión tras conocer que no figuraba entre las propuestas de renovación. El directivo cesará oficialmente el 25 de junio, aunque, según explicó Indra en

un comunicado remitido a la CNMV, «permanecerá ligado a la compañía hasta el 30 de septiembre de 2025 para garantizar un traspaso y una sucesión ordenada en el liderazgo de Minsait». A su

marcha se suma también la de Francisco Javier Sanz, quien deja el consejo «por decisión personal». Ambos son, por el momento, las únicas salidas confirmadas, aunque se esperan más en las

próximas semanas, ya que es probable que el presidente de la compañía, Ángel Escribano, configure una cúpula más afín a sus planes de expansión y consolidación. El 23 de junio también vencen

los mandatos de Miguel Sebastián y Antonio Cuevas —consejeros dominicales designados por la SEPI—, así como el de Jokin Aperribay, representante de Sapa Placencia. Precisamente este último,

junto a Belén Amatriain, Coloma Armero, Virginia Arce, Olga San Jacinto, Fernando Villazán y Ángeles Santamaría -todos ellos, salvo esta última, con mandato hasta octubre- ha expresado su

oposición a la compra de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) y a los planes de crecimiento inorgánico promovidos por Escribano desde su llegada a la presidencia en enero, a

propuesta del Gobierno a través de la SEPI. Tras las salidas confirmadas, el consejo ha propuesto como nuevos consejeros independientes a Eva Fernández Góngora y Oriol Pinya Salomó. UN

CONSEJO AFÍN En los últimos meses, Indra ha acelerado su estrategia de adquisiciones con el objetivo de consolidar su posición como actor clave en la industria europea de defensa. «Tenemos

bajo el radar un grupo de 20 empresas», avanzó el consejero delegado, José Vicente de los Mozos, durante la última edición de la Feria Internacional de Defensa (Feindef), celebrada la semana

pasada. Para ejecutar este plan, Escribano necesita apoyos clave en el consejo que respalden las operaciones y eviten bloqueos internos. Por ahora, cuenta con el respaldo de De los Mozos y

de su hermano Javier Escribano, vocal en representación de EM&E, que posee un 14,3% del capital. En duda permanece la postura de Amber Capital, el fondo que controla un 7,24 % de Indra,

representado por Pablo Jiménez de Parga hasta 2026 y gestionado por Joseph Oughourlian, presidente de Prisa. Cada voto será determinante, especialmente en el caso de una posible fusión o

integración con EM&E, ya que ni Ángel ni Javier Escribano podrán participar en la votación por conflicto de intereses.