Condenan a un ex banquero español por contrabandear un picasso: 18 meses de prisión y multa millonaria

El ex banquero español JAIME BOTÍN fue condenado este jueves a una pena de 18 meses de prisión y una multa de 52,4 millones de euros (58,4 millones de dólares) por haber sacado de

contrabando de su país un cuadro de Pablo Picasso, informó este jueves un tribunal en Madrid. Botín, ex presidente de Bankinter, fue hallado culpable por un juzgado en la capital española de

"un delito de contrabando de bienes culturales por intentar sacar de territorio nacional sin permiso alguno el cuadro de Pablo Picasso 'CABEZA DE MUJER JOVEN'", explicó

el tribunal en un comunicado. El lienzo está actualmente valuado en unos 26 MILLONES DE EUROS (29 millones de dólares) y es considerado, por la justicia española, como

"inexportable", porque "no existe una obra semejante en España" de esta época artística de Pablo Picasso. Ahora, la pieza, que está en el MUSEO REINA SOFÍA de Madrid,

pasa a manos del Estado, una consecuencia de este tipo de exportaciones prohibidas. De todas maneras, es improbable que Botín, miembro de una histórica familia dirigente del Banco Santander,

vaya a la cárcel debido a que en España las penas de prisión inferiores a dos años suelen no aplicarse cuando los condenados carecen de antecedentes criminales y no han cometido delitos de

sangre. De lo que no podrá salvarse es del pago de la multa que duplica el valor actual del cuadro. Según el comunicado, Botín había pedido en varias ocasiones, desde 2012, la autorización

para exportar el lienzo, que fue secuestrado a mediados de 2015 cuando el ex banquero sacó de España, desde Valencia, el cuadro a bordo de un yate. El Picasso fue confiscado el 31 de julio

en la isla mediterránea de Córcega por la aduana francesa. Para los jueces, el hombre buscaba vender la obra, que muestra a una mujer de pelo largo en colores ocres, en una subasta en la

casa CHRISTIE'S EN LONDRES. Por su parte, los abogados de Botín siempre afirmaron que el cuadro, comprado en Londres en 1977, es británico, por lo que no debía estar sometido al derecho

español. Pero en la sentencia, el tribunal madrileño consideró que es "un claro ejemplo de patrimonio histórico español". El cuadro pertenece al periodo del pintor malagueño en el

pueblo catalán de Gósol, donde pintó un centenar de obras en 1906, y que fue decisivo para el posterior desarrollo del cubismo.