Brote de salmonela vinculado a pollos y patos de crianza doméstica

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están investigando un brote de infecciones por salmonela relacionado con aves de corral de crianza doméstica, como pollos y

patos. Un total de 109 personas se han infectado en 29 estados, lo que ha resultado en 33 hospitalizaciones. Estos brotes pueden producirse anualmente y suelen coincidir con el aumento del

número de pollos comprados a principios de la primavera, según los CDC. Hasta ahora, las infecciones documentadas este año se produjeron entre el 28 de febrero y el 30 de abril. La edad de

los enfermos oscila entre menos de un año y 93 años. Sin embargo, aproximadamente uno de cada cuatro enfermos son niños menores de 5 años. Los CDC creen que es probable que el número real de

infecciones sea superior al total notificado, ya que no se realizan pruebas periódicas de detección de salmonela y muchos de los infectados se recuperan sin recibir atención médica. Las

autoridades de salud tardan hasta cuatro semanas en determinar si un enfermo forma parte de un brote.  CONSEJOS PARA LOS PROPIETARIOS DE PARVADAS DOMÉSTICAS 1. LAVARSE LAS MANOS. Si tienes

amigos con plumas en tu patio trasero, los CDC aconsejan que siempre te laves las manos con agua y jabón inmediatamente después de tocar las aves, sus huevos o cualquier otra cosa en el

lugar donde deambulan. Utiliza desinfectante de manos si no se dispone de agua y jabón. 2. SUPERVISAR A LOS NIÑOS. Los adultos deben supervisar a los niños pequeños cuando se laven las manos

después de tocar las aves. Los niños menores de 5 años no deben manipular aves, ya que son más propensos a enfermarse. 3. RECOGER LOS HUEVOS CON FRECUENCIA. Los huevos que permanecen en el

nido pueden ensuciarse o romperse. Si un huevo parece agrietado, deséchalo, porque los gérmenes pueden entrar a través de la grieta. Si una cáscara se ve sucia, límpiala con papel de lija

fino, un cepillo o un paño. Los huevos tibios no deben lavarse porque el agua fría puede hacer que ingresen gérmenes al huevo. Refrigerar los huevos para ralentizar el crecimiento de los

gérmenes. 4. COCINAR LOS HUEVOS COMPLETAMENTE. Los CDC recomiendan cocinar los huevos hasta que la yema y la clara estén firmes, con una temperatura interna de al menos 160 grados

Fahrenheit. Los huevos crudos y semicrudos pueden contener salmonela y enfermarte. ​​