Becario del premio propósito richard valenza

En Estados Unidos hay más de 400,000 niños en cuidado adoptivo temporal. Como hombre gay soltero que siempre había soñado con tener un hijo, me pareció que el paso natural siguiente era

presentar mi solicitud para ser padre adoptivo temporal. Pero cuando lo hice hace 18 años, había un trasfondo de disuasión. No había mucha diversidad entre los postulantes en lo referente a

raza, género u orientación sexual, y muchos abandonaban su búsqueda. Es por eso que creé RaiseAChild hace 11 años, para reclutar posibles padres adoptivos y de cuidado temporal entre la

comunidad LGBTQ. Desde que nuestra organización comenzó a operar, hemos brindado asistencia a más de 5,000 familias que han adoptado o acogido temporalmente a casi 10,000 niños y jóvenes.

​​​EL PROBLEMA QUE ESTOY INTENTANDO SOLUCIONAR​​ La crisis del cuidado adoptivo temporal continúa creciendo en Estados Unidos. La cantidad de niños en situación de cuidado temporal continúa

aumentando, mientras que hay una escasez de padres dispuestos a cuidarlos. La pandemia de COVID-19 ha empeorado el problema, pues toda una generación de padres potenciales ahora se siente

intranquila llevando niños a su hogar debido a su edad o a su salud. Solamente en el condado de Los Ángeles, hay más de 37,000 niños que languidecen en el sistema debido a la falta de

hogares. EL MOMENTO QUE DESPERTÓ MI PASIÓN POR ESTE PROYECTO Casi 20 años atrás, finalmente me animé a inscribirme en las clases de orientación para padres temporales. En mitad de la clase,

durante un debate, una mujer dijo que ella echaría a un niño que estuviera bajo su cuidado temporal y le dijera que era gay. Yo permanecí sentado con una sonrisa en el rostro, esperando que

los instructores le explicaran que eso no se alineaba con al mejor interés del niño. En cambio, los instructores se ruborizaron y continuaron con la clase. Fue entonces cuando me prometí que

no solo me convertiría en padre de cuidado temporal, sino que también haría todo lo que estuviera en mis manos para que este difícil proceso les resultara más simple a otros, en particular

a las personas LGBTQ.​​​ LO QUE DESEARÍA QUE OTROS SUPIERAN Lamentablemente, hay muchísimos conceptos erróneos sobre los niños en cuidado temporal. Estos niños no están allí a raíz de algo

que han hecho, sino por algo que les han hecho a ellos. Necesitan comprensión y cariño. El espíritu humano es muy resiliente. Estos niños volverán a ponerse de pie si se les da un sentido de

seguridad y amor. Esto es particularmente cierto para los niños LGBTQ. Esos niños y adolescentes generalmente permanecen en hogares grupales más tiempo que los demás y sus historias tienen

los peores desenlaces. Pero todos los niños en cuidado temporal se merecen un hogar amoroso permanente.